
José renuncia a un rol machista y patriarcal. Renuncia a toda forma de violencia -física, psicológica, patrimonial o simbólica-. No les riñe, no saca su ira, no les habla con rabia. Les perdona sin negar lo que ha pasado. Asume un rol de cuidado, da de comer a sus hermanos y familias, les consuela y les habla con cariño. En este actuar rompe con el estereotipo del “macho” y asume un rol de ternura.