El 28 de junio conmemora una nueva edición del Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, que “...a través de coloridos desfiles y actividades culturales” nos recuerda la importancia de mantener la lucha por la igualdad en sociedades donde la orientación sexual y la identidad de género siguen siendo temas de vida o muerte. Aprovechemos esta conmemoración para recordar la historia de este día, las luchas pasadas y presentes de la Comunidad, y la dimensión religiosa de esta caminata.
La celebración tiene su origen en 1969, que recuerda no sólo la “redada policial en el bar neoyorquino Stonewall Inn contra el colectivo homosexual (ACNUR, 2024), sino las “manifestaciones espontáneas…que derivaron en disturbios” en contra de dicha represión. Un año después surgió “el primer desfile del Orgullo a modo de conmemoración de lo sucedido en Stonewall…con…marchas reivindicativas en las ciudades estadounidenses de Nueva York, Los Ángeles, Chicago y San Francisco” (ACNUR, 2024). Es importante señalar que en esa época “en Estados Unidos la homosexualidad era considerada un crimen que podía llegar a castigarse con entre 5 y 20 años de cárcel” (ACNUR, 2024). 55 años después de este suceso, la celebración se ha convertido en un acontecimiento global con presencia en más de 100 países alrededor del mundo (Outright International).
La historia de los colectivos LGTBIQ+ es la de negación de derechos y condiciones básicas de existencia. Su marginación ha incluido “terapias reversivas, abusos sexuales, lobotomías o maltrato físico y psicológico”, y aun hoy en el siglo XXI “173 países prohíben casarse con alguien del mismo sexo, 22 estados cuentan con ‘leyes morales’ contra homosexuales y, de los 72 países que persiguen el amor según el género con quien se practique, ocho lo hacen con la pena de muerte (Crespo 2021).
Las personas trans son las víctimas más recurrentes de crímenes de odio, acciones que amenazan la vida debido a la orientación sexual o la identidad de género. Según el Observatorio de Personas Trans Asesinadas, del 2008 al 2024 se documentaron más de 5000 asesinatos en el mundo, 350 de éstos ocurridos en 2024 (Cidon, 2025). Alarma saber que el “73% de todos los asesinatos se cometieron en América Latina y el Caribe”, con Brasil contabilizando 30% de los casos (Cidon, 2025).
Frente a esta realidad nuevas legislaciones han reivindicado los derechos LGBTIQ+ en distintos países. Así, en junio de 2024 “Namibia declaró inconstitucional la ley que penalizaba las relaciones entre personas del mismo sexo”, mientras que en abril del mismo año “Dominica… derogó su Ley de Delitos Sexuales…que imponía penas de prisión (Cidon, 2025). Dominica se convirtió así “en el cuarto país de la región en despenalizar la homosexualidad” (Cidon, 2025).
Las instituciones religiosas de diferentes credos han jugado un rol preponderante en estas la promoción de la opresión y la violencia contra grupos LGTBIQ+. Interpretaciones bíblicas basadas en Génesis 19 y Romanos 1.26 han promovido actitudes homofóbicas, mientras la Iglesia Católica sigue sin aceptar el matrimonio igualitario. Dicha institución aceptó en 2023 la bendición de parejas homosexuales, pero sigue invitando a las personas católicas diversas a vivir en castidad y se opone a derechos como el de adopción. Otras instituciones, como la Iglesia Unida de Canadá y la Iglesia Episcopal de EEUU, han abierto sus comunidades a personas diversas, entendiendo que el amor cristiano no distingue entre orientación sexual ni identidad de género. Hoy, con más del 40% de las personas LGTBIQ+ expresando una fe cristiana, no sólo nuestras sociedades, sino las comunidades de fe en particular, tienen la tarea construir comunidades plurales, justas e inclusivas, donde la diversidad brote como las aguas del mar.
Referencias
ACNUR. Día del Orgullo LGTBI: ¿Por qué se celebra? https://eacnur.org/es/blog/dia-del-orgullo-lgtbi-por-que-se-celebra. Revisado el 16 de junio de 2025.