Queremos hacer memoria de todos esos San Sebastián que han sido martitizados por la homofobia y de esas historias sacar las fuerzas para construir sociedades en las que ningún niño sea violentando por su orientación sexual o identidad de género. Creemos que la resurrección de todos esos cuerpos, mediante la construcción de familias que amen y abracen a todos sus integrantes sin distinción alguna.
Más que buscar protagonismo en sus luchas o hablar de cosas que no nos competen ni pasan por el cuerpo, los hombres tenemos que pensar cómo el patriarcado ha afectado nuestra vida y cómo la justa rabia de las mujeres es una posibilidad para también emanciparnos nosotros.