Muros
Muros que separan,
Muros que protegen,
Muros que esconden,
Muros que impiden, […]
Muros que nos aíslan,
Muros que nos encierran,
Muros que nos atrapan,
Muros que nos aprisionan, […]
Muros que nos impiden soñar,
Muros que nos impiden volar.
Alejandro Ríos
Muros. Suelen ser grises y restrictivas. Me separan del otro lado, me impiden ver el cielo y la vastedad.
Muros. También pueden convertirse en la superficie de proyección de la imaginación y permitir que surja en ella un mundo propio. Transportar mensajes. Son capaz de hablar de la inmensidad del mundo.
En la UBL se realizó un proyecto de un Mural Colectivo bajo el lema “Pueblo Sagrado, Tierra Sagrada”. El muro que pintamos bajo mi coordinación, muestra ahora una riqueza de colores y habla de otro mundo. Habla de montañas y del cielo, de la noche y del día como ciclo de la vida, de girasoles y las animales que viven encima de ellas, del "jardín de girasoles" al otro lado del muro, de la carreta y los frutos de la tierra, de un río y de la Pachamama, la "Madre Tierra". La Pachamama es uno de los esplendores de la imagen: su piel es del color de la tierra, su falda es la montaña y el agua nace en su seno. Su pelo se convierte en un río y el sol sale detrás de ella.
En parte, nos quedábamos en el mural hasta la tarde o el primer chaparrón, y nos encontrábamos cada vez más absortos e inmersos en los detalles del mundo de las montañas y las historias que cuentan.
Ese mural expresa la vinculación de los seres humanos con la Madre Tierra, con sus frutos que da, e ilumina la interdependencia entre los humanos, Dios y la naturaleza. Interdependencia semejante a la que vive la huerta comunitaria con sus cultivos orgánicos, en que tantos insectos y animalitos encuentran su espacio de vida. Aparte de esto, este entretejimiento se manifiesta en otro mural hermanado en Cajamarca, Perú. Allá hice yo un año de voluntariado en una escuela para niñxs de familias marginalizadas y realicé también un mural, juntos con los niñxs. Hay muchos elementos similares, como la Pachamama, el sol y la luna como expresión de un ciclo de día, el agua que nace en el seno de la Pachamama y las montañas en el fondo. No obstante, era un muro más grande y más detallado, con mucha gente campesina manifestándose contra la minería de oro (la segunda más grande del mundo) en Cajamarca, Perú, con el lema “¡Agua sí! ¡Oro no!”.