Los días 24, 25, 27 y 28 de enero de 2022 se llevó a cabo la Jornada Virtual de Estudiantes de Teología, fue un encuentro de experiencias que describen la realidad social de América Latina, el Caribe y de Norteamérica. En esta ocasión, los y las estudiantes de teología de diferentes seminarios e instituciones teológicas nos hemos reunido para analizar la realidad social y religiosa de cada región. El propósito de esta jornada fue responder a los desafíos socio-religioso de cada región.
La Jornada Virtual de Estudiantes de Teológica inicio el pasado lunes 24 de enero. En este primer encuentro, las ponencias estaban a cargo de Win Dierckxsens, Gerard Granado y la reverenda Erika Williams, quienes graficaron la realidad social y religiosa de América Latina, el Caribe y Norteamérica. Este proceso introductorio tenía mucha información acerca de los diferentes contextos sociales y religiosos de cada región, lo que nos permitió ahondar en el análisis de temas que convergen en la presencia del capitalismo, la globalización, las espiritualidades, los procesos históricos, los poderes coloniales, la explotación y opresión, la justicia, la economía social, el racismo, la pobreza, la exclusión, entre otros, para después de ese análisis poder plantear soluciones desde una perspectiva bíblico-teológico.
El martes 25 de enero la Jornada teología continuó con trabajos en grupo por sub-regiones hemisféricas. En esta ocasión, cada grupo realizó la reflexión sobre las herramientas bíblicas y teológicas cuya orientación estuvo a cargo de diferentes especialistas en biblia y teología como la Dra. Elisabeth Cook, Eddie Rosa Fuentes y Oral Thomas.
En este encuentro, tuve la oportunidad de escuchar a mis compañeros y compañeras sobre cómo los temas que abordamos el día anterior habían impactado en su reflexión personal frente a estas situaciones de dominación y explotación en América Latina. Asimismo, buscamos textos bíblicos que aborden estas problemáticas para luego realizar un proceso exegético y hermenéutico. El texto en el que coincidimos fue Mateo 26,14-16, un texto con el que nos propusimos hacer teología desde una perspectiva de la traición.
El relato de la traición de Judas nos permitió conocer el alcance de la actitud individualista del sistema que opera en el mundo y donde el sentido comunitario se está perdiendo. La propuesta desde el discernimiento del texto bíblico se centra en enfrentar a un sistema que busca beneficiarse a sí mismo, como en el caso de Judas, y rescatar la propuesta del evangelio a través de Jesús, una propuesta comunitaria, que no excluye a nadie y que perdona a pesar de todo, acciones que tienen el objetivo de generar el buen vivir para todos y todas.
En la diversidad de experiencias compartidas nos identificamos con situaciones y problemáticas de otros contextos. Fue un tiempo liberador ya que tuve la oportunidad de expresar mis preocupaciones sobre la realidad que vive la comunidad de la que soy parte. Al analizar el texto bíblico pude ver en las acciones del personaje de Judas a empresas y personas que solo buscan beneficiarse a sí mismos y que para lograrlo son capaces de traicionar a su propia gente. Por otra parte, identifiqué en las acciones de Jesús y en la propuesta comunitaria que trae consigo, algunos valores y formas de vida de la cultura andina, así como en los actos de reciprocidad, sentido comunitario y el buen vivir. A partir de mi experiencia puede hacer una interpretación bíblico-teológica de esa realidad.
El día 27 de enero, nos centramos en las propuestas para las acciones pastorales y proféticas desde la disciplina de la Teología Práctica. Uno de los temas que llamo mi atención en particular fue el "Descolonizar el comer y la risa" a cargo del Dr. Eliseo Pérez Álvarez, quien indica que este proceso descolonizador se puede realizar desde la praxis de Jesús. Jesús comía y reía con la gente del pueblo, con aquellos que habían sido excluidos con pobres, prostitutas, recaudadores entre otros. En estas acciones aprendemos a resignificar la alimentación del cuerpo y del alma en contextos de pobreza para recuperar la risa a pesar de los tiempos difíciles.
Hablar del proceso descolonizador me permite recuperar e incorporar acciones y expresiones de mi cultura en las liturgias de mi comunidad de fe, parte de está recuperación de nuestra identidad propia; es identificar a Dios en nuestras tradiciones y valores culturales, y desde esa base aprender a ser comunidad. Nuestra propia identidad es la mayor fuerza para lograr la descolonización de nuestro ser y de nuestras acciones culturales.
Finalmente, el día 28 de enero llegamos a proponer estrategias de trabajo que nos permitan seguir reflexionando sobre estos temas desde la académica- Asimismo, nos propusimos generar encuentros a nivel local desde el trabajo pastoral, social y comunitario, con el objetivo de dialogar y proponer soluciones desde la voz de aquellos y aquellas que han sido silenciados e invisibilizados por el sistema individualista y clasista.
Cada uno de nosotros y nosotras encontramos semejanzas y diferencias en los problemas que vivimos, y desde nuestra realidad llegamos a proponer soluciones que puedan sanar y liberar el pensamiento y las acciones de nuestra sociedad así como de nuestras comunidades de fe. Como estudiantes de teología, nos vemos desafiados a responder a las necesidades de nuestro pueblo desde una mirada contextual, desafiados a responder preguntas desde el análisis bíblico-teológico, a denunciar los actos de injusticia, a aprender sobre nuestras culturas, a resistir y seguir aportando a un cambio positivo y consciente en nuestra sociedad. Me quedo muy comprometida con la frase que surgió y profundizó nuestras reflexiones durante la jornada
“No ser pastores del imperio sino ser profetas de Dios”.