Dos mujeres benditas

miércoles, 7 de diciembre de 2022

Solidarias, sororales, tejedoras de nuestra propia historia nos sostenemos mutuamente cuando más necesitamos.

Tags:
Poema basado en el texto de Lucas 1: 39-42
39 A los pocos días María emprendió viaje y se fue de prisa a un pueblo en la región montañosa de Judea. 40 Al llegar, entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Tan pronto como Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre. Entonces Elisabet, llena del Espíritu Santo, 42 exclamó:
—¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el hijo que darás a luz!
 
Dos mujeres benditas

Con el miedo de frente, y un grito desconsolado 
que se pegaba en la garganta. 
Así llegaste aquella tarde, abrazada por el sol.
Pobre niña mía, mil temores embargaban tu corazón
y una vida creciendo en tu interior.
 
En tu mente mil ideas arremolinadas, entre culpas,
sentimientos, emociones y quejares
Divagando en las penumbras culturales y sociales
que acongojan y estrechan nuestras vidas ya ajustadas.
 
Yo en tu espacio y tú en el mío 
como dos sombras que se pueden mirar.
Yo la bendecida, tú la deshonrada, 
hijas de un Dios que nos jugó malas pasadas.
Aquí estamos compartiendo nuestros miedos y temores,
reclamos y aflicciones de una sociedad que nos exige recato,
silencio, obediencia y sumisión.
 
Con vidas que se gestan en nuestros vientres 
como marcas del estigma social.
Una, el levantamiento del castigo divino,
la otra, el pecado, el repudio y el riesgo a morir.
Frente a una sociedad que oprime, que desgarra
 y decide sobre nuestros cuerpos
 legitimando la opresión 
 
 
Tú, la virgen, ahora deshonrada, juzgada
y yo, la estéril, antes cuestionada, ahora alabada,
Nos hemos encontrado entre ollas, risas y la luz del fogón,
En este, nuestro espacio, alejadas del mundo opresor,
Para contarnos los secretos, sentimientos y temores,
 Y en nuestros asuntos de mujeres encontramos liberación.
 
 
Solidarias, sororales, tejedoras de nuestra propia historia
nos sostenemos mutuamente cuando más necesitamos.
Nos  enseñamos otra forma de recorrer los caminos
en encuentros inesperados de nuestra vida cotidiana.
Vida que no se nos presenta fácil 
pero tampoco estamos dispuestas a menguar
 
Hoy aquí sentadas, tú y yo, con el crepitar de la leña
y el calor del fogón como testigos,
entre lágrimas, risas y congojas,
en este nuestro espacio se está  gestando la vida
Y eso, querida María, es lo que nos hace realmente benditas.


Dos mujeres benditas

 

Comparte y comenta este artículo!

Posts Relacionados:

  • La sirofenicia: un grito desde los márgenes
    Gráfico de Desde el Margen. Revista activista ...

    La sirofenicia: un grito desde los márgenes

    Aquí estamos todas. Excluidas, poseídas, endemoniadas, tirando y destrozando todo, caminando juntas para ser escuchadas.

  • Reescribir lo sagrado: la historiografía feminista como acto de justicia histórica
    Diseño de Cristian Castro

    Reescribir lo sagrado: la historiografía feminista como acto de justicia histórica

    La religión no es un ámbito neutral; es un espacio donde se producen significados que influyen directamente en la vida cotidiana de millones de personas. Dejar ese campo sin crítica es renunciar a intervenir en una dimensión clave de la cultura.

  • Masculinidad liberadora en José. Génesis 50, 15-21
    Ilustración "José vende grano a sus hermanos" de ...

    Masculinidad liberadora en José. Génesis 50, 15-21

    José renuncia a un rol machista y patriarcal. Renuncia a toda forma de violencia -física, psicológica, patrimonial o simbólica-. No les riñe, no saca su ira, no les habla con rabia. Les perdona sin negar lo que ha pasado. Asume un rol de cuidado, da de comer a sus hermanos y familias, les consuela y les habla con cariño. En este actuar rompe con el estereotipo del “macho” y asume un rol de ternura.

  • Trabajo desigual, vidas desiguales
    Huelga de costureras en París, 1917.

    Trabajo desigual, vidas desiguales

    Según diversas estadísticas de ONU Mujeres, aunque la inserción laboral de las mujeres ha aumentado, seguimos concentradas en empleos menos estables, peor remunerados y con escaso acceso a protección social y condiciones de trabajo decente.

    Dejá un comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    El campo Correo electrónico es obligatorio.
    Debe aceptar la política de uso de datos
    Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia. Si continúas navegando aceptas su uso. Política de Cookies.