Al hacer este cierre del año académico, ponemos una señal como hizo Samuel (I Samuel 7.12), un gesto, un símbolo para decir: "Hasta aquí nos ayudó el Señor". En esa esperanza, soltamos lo que pesa de este año, lloramos las pérdidas humanas y otras, nos sabemos muchos y muchas transitando por procesos de duelo; no obstante, también con fe y esperanza nos abrimos y agradecemos lo nuevo que llega, más fortalecidos y fortalecidas, sin tanto temor a lo incierto.