Las instituciones de educación teológica superior de América Latina y El Caribe enfrentan actualmente las exigencias académicas que generan los cambios de enfoque teológico, pedagógico, didáctico y tecnológico en procesos de enseñanza-aprendizaje. Responder coherentemente a esas exigencias, requiere implementar estrategias académicas que permitan generar perfiles profesionales con capacidades disciplinarias, teóricas y prácticas, necesarias para vincular asertivamente la formación teológica con los múltiples desafíos de la realidad social.